El viernes pasado fue Halloween. Yo siempre he sido mucho de celebrar la Castanyada
y casi todos los años hago un montón de panellets (mi Sr. Marido, a quien le
gustan mucho los dulces, da buena cuenta de ellos). También me gusta lo de ir
el día de Todos Santos al cementerio de mi pueblo, que se llena de flores y está
bien bonito, y en el que te encuentras a todo el pueblo que ha ido a lo mismo
que tú. Mi momento favorito eran esas conversaciones que empezaban con:
Señora: Y tú, nena, de quién eres?
Yo: Yo soy la nieta mayor de la Custodia.
Y después la señora en cuestión te hacia una genealogía completa de tu familia materna y paterna. Hace ya un tiempo que no voy y no se si ya a esta edad seguirían preguntando, pero siempre me ha
impresionado cuanto sabe la gente de mi pueblo de todas las familias residentes
(algunas personas saben hasta quien eran tus tatarabuelos, con nombre,
apellidos Y APODOS).
Ahora que vivimos en Canadá, también hemos integrado la tradicional
celebración de Halloween. Así que una semana antes de Halloween llega mi Sr.
Marido y dice:
Sr. Marido: Oye, y por qué no hacemos un Halloween DE VERDAD?
Yo: Vale, pero con panellets.

Halloween en mi barrio es un poco inexistente, porque es bastante céntrico y esta principalmente habitado por gente europea, así que apenas he visto casas decoradas, aunque algunas sí que tenían una decoración impresionante. Las familias que celebran Halloween solo llaman a las puertas de las casas decoradas. En otros barrios, sobre todo residenciales, sí que es una auténtica fiesta y prácticamente todas las familias participan.
Aunque nosotros no decoramos fuera, decidí tirar la casa por la ventana y me fui al Dollarama, el todo a veinte duros de Canadá (fui una niña que creció con la peseta, lo de ‘todo a un euro’ siempre me ha sonado raro, raro, raro) a aprovisionarme de tonterias varias decorativas. No sabéis lo entretenido y adictivo que es colocar las telas de araña, vienen en un paquete pequeño y tú te tienes que dedicar a estirarlas y, en el proceso, se te van enganchando por todos lados. Te echas a reír como una histérica pensando que mola mil, pero que a ver mañana como vas a despegarlo de las pantallas de las lámparas.
Para ambientar la comida, además de comprar zumo de tomate para beber y hacer minihamburguesas con el queso cortado como una calabaza,
cambie la patata de los panellets por boniato, para que quedaran más naranjitas
y así pude hacer algunos panellets-calabaza. Bueno, al menos
intente darles esa forma, aunque creo que en futuros Castahalloween tendré que
ir mejorando la técnica de darles forma de calabaza.
Y que mejor manera de acabar de ambientar nuestra noche que ver una peli de
Tim Burton? Frankenweenie!
Qué currado! Estás hecha toda una chef, a por la estrella Michelin ;) Pero Frankenweenie da como poco miedo, no? Igual mejor pelis así como "El dentista" o "El muñeco diabólico" (que en inglés tiene un nombre totalmente diferente, no lo recuerdo).
ResponderEliminarTanto europeo hay por Montréal? Haceis comunidad europea y/o española? Espero que con el "calor" europeo paseis mejor el gélido invierno.
Es curioso ver la implementación de Halloween en los europeos. Yo diria que está pasando sin pena ni gloria, por lo menos en las generaciones de >30 años. Si que es cierto que en algunos lugares los niños toman la tradición de ir pidiendo chuches por las casas pero no es generalizado. Más que nada son fiestas que se organizan, donde disfrazarse es una excusa para pasarlo bien. Pero en USA es otra historia. Recuerdo en San Diego como todo el mundo salia a las calles disfrazado, era espectacular. Los americanos dejaban la frialdad en casa por unas horas y interaccionaban contigo a lo "Oh, me encanta tu disfraz" así con desconocidos. Y habia tiendas sólo de atrezzo para Halloween y tal, fue una buena experiencia, yo fui con 3 más disfrazado de los de la Naranja Mecánica.
PS: Alrededor de la TV veo como muchos videojuegos no? Hay que dejar el trabajo fuera de casa! ;)
Querido Anonimo:
ResponderEliminarPrimero, creo que por tu comentario sobre San Diego se quien eres, pero la próxima vez, DAME UNA SENYAL CLARA, PORFIS!
XD que gracia lo de chef, me quedaron los panellets-calabaza un poco como una patatilla, pero bueno. La peli, mas que miedo, es entrañable, como casi cualquiera de Tim Burton. A nosotros nos gusto un monton!
Si que hay bastantes mas europeos de lo que yo esperaría. En este barrio hay muchos belgas y muchos franceses (al tener el mismo idioma, es una ciudad norteamericana muy cómoda para ellos). Molaría que hubiera mas Halloween en Plateau (mi barrio), pero que le vamos a hacer, mientras tanto haremos un Castahalloween intimo.
Un besin -a los dos, si he acertado bien quien eres- :)
Ps: Aqui lo de 'en casa del herrero, cuchara de palo' ni caso. Un día nos echan los juegos de casa.